La pasada semana fui al cine a ver la película "Monstruoso", ya comentada en blogs vecinos. Fuimos a los cines del Centro Comercial Príncipe Pío. Lo cierto es que acudía un tanto prejuicioso esperando encontrarme pandillas de lo que yo, como la marquesa de Gran Hermano, llamo "chonis" gritones y escandalosos, sí, es innato a ellos/as.
Pero no, parece que los cines entre semana están más desiertos que otra cosa porque la gente entre pantallagrande/7,10 euros, prefieren pantallapequeñapixelada/tarifadeconexiónainternet. Es lo que tiene España cañí, que quien más quien menos pirateamos cosas para que la cultura nos salga gratis.
El caso es que entramos en la sala y fuimos directamente a una de las butacas, en principio nada las diferenciaba de las demás, sólo que su tapizado era rojo. Fue entonces cuando Diego nos advirtió de que las susodichas butacas eran lo denominado "Butacas Vips". Sí, al parecer la última tendencia es la instalación de butacas Vips: por un poco más (¿Aún más? sí, aún más) de precio en la entrada tienes derecho a unas butacas de piel con doble brazo.
Una de las tendencias sociales de la mala educación in crescendo de este país es invadir con los brazos las butacas de los lados sin preocuparse de si hay alguien al lado con el estómago perforado por nuestro codo. Pero dudo mucho que un doble brazo solucione este aspecto, es más, sería aún más invadido por la gente.
El caso es que nosotros nos sentamos en las caras butacas. Diego y yo, sinceramente, nos sentíamos algo delincuentes y estuvimos rezando para que se apagaran las luces y nuestro "delito" quedara más disimulado. Habíamos pagado el precio normal por una entrada no numerada en un jueves cualquiera, y el rótulo de las escaleras que indicaba lo Vip de las butacas no estaba encendido.
Pero en el fondo fuimos los más valientes, porque el resto de espectadores sólo se animó a salir de sus butacas de tela y aterrizar en las Vips cuando las luces de la sala se apagaron. Valientes cobardes!!!, jajaja...
No sé, el invento de tonterías para cobrar lo mismo para un mismo servicio está alcanzando límites insospechados en tonterías y pijismo, sobre todo para unos cines como los de un Centro Comercial. Por lo menos si las butacas Vips te garantizaran que no se va a sentar al lado ningún espectador/a escandaloso de los que abundan cada vez más pues merecería la pena.
Es lo que se podría llamar clasismo (lo hace todo el mundo), pagar más dinero o ir a determinados locales para,entre otras razones, no juntarte con cierto tipo de gente.
Besotes mil
P.D.: Lo último en cobro por el morro es algo que alguien se ha inventado llamado SMS certificados, por más dinero te garantizan que los mensajes de móvil llegan. Morro de calidad, del bueno.
