Hemos vuelto a la vida!!!!
Ay,hijo, que susto, ya pensaba que este blog no volvía nunca más, día y medio de caída y ya me imaginaba esta vida mitad virtual mitad real que reflejo aquí tirada a la basura del espacio ciberético. ¿Dónde van los contenidos que se caen en Internet? ay, que filosofía más tonta, jeje, parezco un anuncio de compresas.
Pero eso, que estoy muy contento de que haya vuelto blogia, porque, no sé, es una página sencilla pero, que coño, le he cogido mucho cariño.
Mañana me voy a Salamanca con super Sonia (repito mi fórmula, otro de esos seres maravillosos que me reconcilian con el mundo). Vamos a ver a Mari Mar, una amiga que vivió con la Sonia y que ahora vive en las salamancas. Pues eso, que iremos a verla a ella, a su noviete y a la ciudad, que yo no la conozco, así que algo descubriremos.
Y poco más que es viernes y que a ver si acaba el turno.
Os dejo con una experiencia vital tonta, chorra y muy ñoña:
"Él me miraba y yo le miraba, no sé, fue conexión, una conexión separada por el frío hierro de los raíles, un andén separaba dos mundos sólo conectados por el hilo de las miradas. Un momento que terminó drásticamente con la aparición de una de esas gigantescas jeringuillas de metal que cruzan el subsuelo de Madrid. Él se montó en ella y la crueldad de ese gigantesco émbolo inyectó en las venas de la capital su presencia. No sé quién era, su nombre, sus gustos, su forma de ser, ¿dónde iría? creo que fue a la estación del recuerdo. Me ha pasado tantas veces..."
Pero eso, que estoy muy contento de que haya vuelto blogia, porque, no sé, es una página sencilla pero, que coño, le he cogido mucho cariño.
Mañana me voy a Salamanca con super Sonia (repito mi fórmula, otro de esos seres maravillosos que me reconcilian con el mundo). Vamos a ver a Mari Mar, una amiga que vivió con la Sonia y que ahora vive en las salamancas. Pues eso, que iremos a verla a ella, a su noviete y a la ciudad, que yo no la conozco, así que algo descubriremos.
Y poco más que es viernes y que a ver si acaba el turno.
Os dejo con una experiencia vital tonta, chorra y muy ñoña:
"Él me miraba y yo le miraba, no sé, fue conexión, una conexión separada por el frío hierro de los raíles, un andén separaba dos mundos sólo conectados por el hilo de las miradas. Un momento que terminó drásticamente con la aparición de una de esas gigantescas jeringuillas de metal que cruzan el subsuelo de Madrid. Él se montó en ella y la crueldad de ese gigantesco émbolo inyectó en las venas de la capital su presencia. No sé quién era, su nombre, sus gustos, su forma de ser, ¿dónde iría? creo que fue a la estación del recuerdo. Me ha pasado tantas veces..."
6 comentarios
Joserra -
Joer, qué horas más raras pone este blog ahora cuando alguien mete un comentario
Miguel -
Maggie Wang Kenobi -
Tiatiatia, que me enlaces YA, juasjuas Enga, porfiporfi
Joserra -
Su -
ace76 -
La estación del recuerdo está llena de gente maravillosa... es una pena no saber en qué línea está.