Blogia
Girando

Gracias Superman

- La vida cotidiana
Gracias Superman Esta mañana me he despertado con la triste noticia del fallecimiento, por un fallo cardíaco, de Christopher Reeve, el actor que siempre, siempre será Superman. La verdad es que los últimos años del que fuera uno de mis superhéroes de infancia no han sido muy afortunados, el desgraciado accidente con un caballo que le dejó tetraplégico marcó el comienzo del fin.

Para mi Reeve siempre permanecerá en mi recuerdo como Superman, el fornido, guapísimo y volador superhéroe que no dudaba ni un momento en calzarse sus mallas y quitarse las gafas para ir volando a salvar el mundo. Ver esas imágenes en las que un hombre podía volar era algo mágico para mi, no sé, creo que incluso alguna vez soñé que Superman me llevaba volando en brazos en plan Louise Lane por los cielos de Nueva York. (La verdad, con Superman sucedía el extraño fenómeno de las personas que cambian como la noche al día con gafas o sin ellas)

Lo dicho, que su muerte ha sido toda una triste sorpresa para mi.
Gracias Christopher por hacernos soñar y por intentar que pese a las adversidades de la vida tus sueños intentaran salir a flote.

3 comentarios

Inakov -

Creo que con la muerte de Cristopher Reeve hemos perdido dos héroes. Uno, el de ficción, aquel Superman repeinado y perfecto que surcaba los cielos para ayudar a los desválidos. Siempre recordaré con cariño una camiseta blanca con las mangas negras que decía Superman y en la que se veía al superhéroe con una mano en alto rodeado de estrellas siderales. Seguramente esta camiseta haría las delicias de más de un nostálgico.
Pero también hemos perdido al héroe que surgió tras aquella fatídica caída del caballo. Una persona de carne y hueso que nos enseñó que se puede vivir dignamente desde una silla de ruedas y que se puede luchar por un futuro mejor, no sólo para ti, sino para todos aquéllos que se encuentran en tu misma situación.
Con Reeve se han ido dos héroes y es difícil diferenciar cuál de ellos nos ha servido más de ejemplo para nuestras, en muchas ocasiones, egoístas vidas.
Estoy con Anauel, ojalá Cristopher haya encontrado la paz que perdió aquel día y pueda surcar de nuevo los cielos, joven, repeinado y perfecto.

Anauel -

Si, es una pena, yo también crecí con sus películas, y jugaba de pequeño a ponerme una manta a modo de capa en la espalda, saltando de sofá en sofá. En fin, de alguna manera me alegro, por lo menos ya ha terminado su agonía.