Jefes
Me encanta, los jefes, esos curiosos seres capaces de hacer lo que les plazca con gran parte de tu vida sin importarles absolutamente nada, vendiéndote como oportunidades propuestas en las que ni ellos mismos creen y que sólo les sirve para ahorrarse marrones de cara a sus respectivos superiores.
Sí, mi jefe me ha comunicado que me cambian de un puesto a otro en el que, en principio, voy a tener que trabajar, siempre, de turno de tarde, de 4 de la tarde a 12 de la noche, un turno real y totalmente asocial.
Pero eso a mi jefe le da igual, le importa tres pepinos lo que yo pueda necesitar estar con la gente, con mis amigos, de los que a lo mejor tengo excesiva dependencia o de mis compañeros de piso que me relajan con su compañía y charla, no, eso a mi jefe le da igual porque el trabajo "no es un colegio y no somos funcionarios", curioso que diga eso ya que paso a un departamento en el que el turno de mañana es imposible porque una de las que lo ocupan es madre (y no precisamente de un bebé) y la otra no puede cambiar de turno porque es, al parecer, una cláusula obligatoria de su reincorporación al trabajo mientras se tramita el recurso que presentó a su despido el pasado año en el traumático ERE que sufrió mi empresa.
Luego tuve que vivir un patético mini enfrentamiento entre mis dos superiores por una deuda que tiene mi jefe más inmediato conmigo. Efectivamente el superior no había sido informado de dicha deuda por lo que se cabreó y llegó a cuestionarse que era mucho lo que me iban a pagar por las locuciones realizadas hace ya más de 2 años. Para mear y no echar gota.
Ah, mi laberinto bien, gracias. Sigo por sus pasillos.
Un besote enorme, enorme para todos (menos para los jefes, jeje)
Sí, mi jefe me ha comunicado que me cambian de un puesto a otro en el que, en principio, voy a tener que trabajar, siempre, de turno de tarde, de 4 de la tarde a 12 de la noche, un turno real y totalmente asocial.
Pero eso a mi jefe le da igual, le importa tres pepinos lo que yo pueda necesitar estar con la gente, con mis amigos, de los que a lo mejor tengo excesiva dependencia o de mis compañeros de piso que me relajan con su compañía y charla, no, eso a mi jefe le da igual porque el trabajo "no es un colegio y no somos funcionarios", curioso que diga eso ya que paso a un departamento en el que el turno de mañana es imposible porque una de las que lo ocupan es madre (y no precisamente de un bebé) y la otra no puede cambiar de turno porque es, al parecer, una cláusula obligatoria de su reincorporación al trabajo mientras se tramita el recurso que presentó a su despido el pasado año en el traumático ERE que sufrió mi empresa.
Luego tuve que vivir un patético mini enfrentamiento entre mis dos superiores por una deuda que tiene mi jefe más inmediato conmigo. Efectivamente el superior no había sido informado de dicha deuda por lo que se cabreó y llegó a cuestionarse que era mucho lo que me iban a pagar por las locuciones realizadas hace ya más de 2 años. Para mear y no echar gota.
Ah, mi laberinto bien, gracias. Sigo por sus pasillos.
Un besote enorme, enorme para todos (menos para los jefes, jeje)
7 comentarios
Su -
Inakov -
Y no sé, estar en informativos quizá pueda ser una oportunidad de cara al futuro. Cuántas veces he oído cómo te quejabas de llevar tantos años en el mismo puesto de trabajo. Estamos de acuerdo en lo de que el horario es un coñazo, pero no se puede tener todo, ¿verdad?
Como veo que estás más animado, ya te llamaré y me lo cuentas en vivo y en directo.
ace76 -
Y más cosas a las que puedes apuntarte: un taller de escritura, cocina, a la UNED... Y además, no tendrás que tragarte la telebasura por las noches, la verás en directo!
Anauel -
Anímate, un besote
Joserra -
Y, además de a los jefes, a mi también me podían dar un poquito, jeje.
:)
Pek -
ace76 -
Todas las mañanas libres, la de cosas que puedes hacer, tanto tiempo para emplear en uno mismo... No me importaría a mí disfrutar de eso, la verdad. Ir al gimnasio, a la autoescuela, apuntarte a varias cosas, poder dormir hasta las tantas, la FNAC está semidesierta a esas horas, desayunar en el VIPS con los amigos... y además, no todos tus amigos trabajan por las mañanas...
Y el glamour que tiene trabajar en la redacción, ver a las estrellas, salir de fondo en los telediarios, estar en un puesto con mayor visibilidad, editar vídeos... y en cuatro años, a informativos matinales!
Vamos, que puede que todo esto te entre por un oido y te salga por el otro, pero trata de pensarlo.
Y a los jefes, que les den!