Qué miedaco
Dios mío, un fín de semana que salgo de Madrid y va y se quema el edificio Windsor, uno de esos rascacielos de la capital de España de diseño, para mi gusto, bastante rancio. Yó aquí estoy, en los Logroños celebrando el cumpleaños de mi madre que fue el pasado lunes 7 y anoche, tras volver del cine de ver la película Descubriéndo Nunca Jamás (bastante bonita la verdad, quizá le falte algún que otro momento emotivo pero muy cuquina de ver, ya estoy con el tono pasteloso ;) y al llegar a casa y abrir la web de El Mundo me encuentro con un urgente de mayor tamaño del habitual y una fotona tipo "coloso en llamas" en los que se informaba del incendio de Madrid.
Y ciertamente, da miedaco pensar que por un cortocircuito se pueda formar tal pitoste. Me encantaría estar en una sala de esas de pruebas y comprobar como un cortocircuito eléctrico pasa de eso, de un cortocircuito que supongo generará unas pocas chispas a las llamaradas que brotan después, no soy capaz de entenderlo (sí, puedo ser muy cortito para muchas cosas).
Ala, y en un momento todo el edificio Windsor y sus consiguientes oficinas, historias, equipamientos, archivos y demás a hacer puñetas. Y El Corte Inglés de Castellana al lado, es curioso comprobar como estos grandes almacenes están tan metidos en la cultura española (y no digamos en la tarta publicitaria de las televisiones) que son nombrados en los informativos sin ningú disimulo, vamos, que los/las locutores no dicen "al lado de unos grandes almacenes" sino que directamente dicen "al lado de El Corte Inglés".
Muy dificil el trabajo que hizo anoche mi querida Lourdes Maldonado en Antena 3. En televisión española el guapísimo Cantero (se llama así?, un señor canoso que tiene un morbo que te cagas) también lo llevaba bien y en Telecinco fueron los de Salsa Rosa, que pasaron del rosa al negro sin cortarse un pelo y entrando en las cuatro de la mañana. Pero no sé, a Lourdes le tengo un cariño especial aunque sólo he hablado con ella un par de veces. En las dos horas aproximadas que estuve viendo la narración de los hechos ella no salió en pantalla ni un sólo instante, vamos, que me la imaginé sin maquillar, sentada en el plató sin iluminar o directamente en realización dando paso a llamadas telefónicas entre cortadas que contaban cuatro cosas o a testigos que hablaban entrecortadamente. Una labor de chinos, llevar sóla esa retransmisión de un hecho tan directo e imprevisible como el que le tocó narrar.
Lo dicho, que menudo miedaco. El otro día cambié la lampara de mi habitación por una endeble y pseudoexótica bola de papel de esas estilo chino del Ikea con una bombilla de bajo consumo en su interior. Esperemos que mi cutre instalación vaya bien, no haga contactos y no provoque cortocircuitos que luego, pasa lo que pasa.
Bufff, cómo huele a Windsorrrr.
Besotes mil
P.D. Menos mal que voy mañana, así dejo reposar el amianto quemado en el ambiente de Madrid.
Y ciertamente, da miedaco pensar que por un cortocircuito se pueda formar tal pitoste. Me encantaría estar en una sala de esas de pruebas y comprobar como un cortocircuito eléctrico pasa de eso, de un cortocircuito que supongo generará unas pocas chispas a las llamaradas que brotan después, no soy capaz de entenderlo (sí, puedo ser muy cortito para muchas cosas).
Ala, y en un momento todo el edificio Windsor y sus consiguientes oficinas, historias, equipamientos, archivos y demás a hacer puñetas. Y El Corte Inglés de Castellana al lado, es curioso comprobar como estos grandes almacenes están tan metidos en la cultura española (y no digamos en la tarta publicitaria de las televisiones) que son nombrados en los informativos sin ningú disimulo, vamos, que los/las locutores no dicen "al lado de unos grandes almacenes" sino que directamente dicen "al lado de El Corte Inglés".
Muy dificil el trabajo que hizo anoche mi querida Lourdes Maldonado en Antena 3. En televisión española el guapísimo Cantero (se llama así?, un señor canoso que tiene un morbo que te cagas) también lo llevaba bien y en Telecinco fueron los de Salsa Rosa, que pasaron del rosa al negro sin cortarse un pelo y entrando en las cuatro de la mañana. Pero no sé, a Lourdes le tengo un cariño especial aunque sólo he hablado con ella un par de veces. En las dos horas aproximadas que estuve viendo la narración de los hechos ella no salió en pantalla ni un sólo instante, vamos, que me la imaginé sin maquillar, sentada en el plató sin iluminar o directamente en realización dando paso a llamadas telefónicas entre cortadas que contaban cuatro cosas o a testigos que hablaban entrecortadamente. Una labor de chinos, llevar sóla esa retransmisión de un hecho tan directo e imprevisible como el que le tocó narrar.
Lo dicho, que menudo miedaco. El otro día cambié la lampara de mi habitación por una endeble y pseudoexótica bola de papel de esas estilo chino del Ikea con una bombilla de bajo consumo en su interior. Esperemos que mi cutre instalación vaya bien, no haga contactos y no provoque cortocircuitos que luego, pasa lo que pasa.
Bufff, cómo huele a Windsorrrr.
Besotes mil
P.D. Menos mal que voy mañana, así dejo reposar el amianto quemado en el ambiente de Madrid.
5 comentarios
Jose -
Lo que mas me jode que ese incendio ha servido como escusa a Deloitte a no renovar a nadie de contratos de obra y servicio, de contratos de prueba etc (iban a hacerlo eh, pero esto lo ha acelerado)... Y los puestos de otras empresas mas pequeñas que se han perdido (mensajeria, administraci´´on, limpieza)...
Yo trabaje en Windsor una temporada, ya ves, debo ser de esos "pijos"....
esti -
Maggie Wang Kenobi -
Inakov -
Lo que me parece increíble es que la estructura del edificio continúe en pie tras el colosal incendio.
ace76 -
Y yo también vi la de "Descubriendo Nunca Jamás", un caramelo de película... Me gustó, aunque no me entusiasmó.