Cristal líquido en la mente

¿Os acordáis? Dos pilas botón y a disfrutar. Eran maquinitas con reloj y alarma incorporado aunque yo, y creo que no era el único, desconectaba las pilas siempre después de jugar no sé, para que duraran más, una de esas paranoias que se tienen de pequeñito.
El otro día paseaba por el maravilloso centro comercial Berceo de mi querido Logroño y vi una maquina de videojuegos de los primeros, primeros con un rótulo que rezaba: Lo último es volver a los videojuegos de los 80. Qué listos, joer. Y ahí estaban los niños, jugando a un come cocos de lo más clásico pero eso sí, de lo más adictivo, sin complicaciones ni grandes aventuras gráficas de esas que se mueven como si estuvieras en la luna.
Pues eso, que escaneé mi Game & Watch de Nintendo para presumir de ella y a lo mejor, no sé, dentro de unos años me dan una pasta por ella, así que vendería recuerdos por dinero, que siempre es más tangible, jeje. Y a ver si compro unas pilas y ala, a volver a escuchar ese pi pi pi pi, pipipipiiiiiiiii.
Besotes pixelados.
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