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Navidad, a secas

Navidad, a secas Ayer el agua sabía rara, sí, sabía rara. Lo dije en la cena y nadie me hizo caso. Sabía como a goma, extraña, no sé. Y esta mañana, claro, todo Logroño se levanta con la noticia de que ha habido un vertido, creo que de gasoil, al río Iregua (al parecer el abastecedor de la capital)y no se puede beber el agua, e incluso ni usarse para higienes personales y esas cosas.

Dios mío, pues nada,a correr a los centros comerciales como si de la bomba atómica se tratara a abastecerse de agua. Y no quedaba, ni gota, eso sí, quedaban algunas botellitas azules de Sólán de Cabras (preferimos que nos envenenen a pagar demasiado por agua corriente y moliente). Y, muy curioso, en el suelo quedaban tres palés con bastantes packs de botellitas de Fontvella formato infantil, vamos, con dibujos de pokemon y esas cosas.

Parece ser que salía demasiado caro comprar esos packs hasta que a una mujeruca le ha dado por coger dos packs, otra persona le ha visto y ha corrido también a coger varios, un chaval ha empezado a arramplar con todos,.... vamos, que se ha producido un "efecto dominó" de mil pares de narices y en dos milésimas de segundo habían desaparecido todas las botellitas, de esas, además, con tapón deportivo que hacen un efecto vacío tremendo y cualquier día absorben a quien la esté bebiendo.

Pues nada, que los camiones salían a pares de los centros comerciales rumbo a Torrecilla de Cameros, una localidad riojana donde hay un preciado manatial que fue recientemente comprado por Nestle para sus "mineral waters" tipo Aquarel y cosas de esas. Pero a las dos de la tarde, el tranquilizador alcalde ha salido por televisión asegurando que todo había sido limpiado (sobre todo nuestras tripas) y que ya podíamos volver a beber agua del grifo, o de la canilla, como se dice por estas tierras.

Ha sido divertido, porque mi hermano y yo hemos ido a comer al McDonald's y claro, ya sabéis, la Coca cola y similares de sifón, si no estoy equivocado, se fusiona en el momento, vamos, que se mezcla el jarabillo, el gas y el agua (del puto grifo) en el mismo momento en el que te la sirven. Así que las chicas del restaurante se habían agenciado botellas de refresco de dos litros y de ahí servían los menús. Muy rica, Coca cola de verdad con un McRib, yo y mi tripa satisfechos.

Pues eso, que ya podemos beber, aleluya, ya nos acercamos al primer mundo.
Besotes mil

4 comentarios

Joserra -

Qué gusto da llegar y encontrarse con tres comentarios de una tacada a mi artículo en estos tiempos de crisis carruselera (si, en este momento asocio éxito del blog al número de comentarios que haya).

Lo del agua mineral, no sé, como que o mi paladar está muy atrofiado por la comida basura o yo soy muy basto pero no distingo sabores entre marcas.
Y creo que Solán no he bebido nunca.
Ah, Iñakín, lo del pelo lo dice todo el mundo así que debe ser verdad. El mío como es de jabalí queda igual de duro en todas partes.
Besotes para todos

Locusta -

Hala tío, a mis abuelos el médico les prohibió la solán de cabras porque por lo visto les jodió los riñones, a ambos, que es muy durita... mejor la del grifo, que ya se sabe que en Madrid es la mejor... como el pescado y tantas otras cosas ;) jajajaja

Inakov -

No generalices, que ya sabemos todos que Logroño no ha sido nunca el primer mundo. A mí de Madrid me gustaba el agua de Príncipe de Vergara, gélida en verano y totalmente hirviente en invierno. Y por cierto, el pelo quedaba mucho mejor que con el agua dura que tenemos en las Pamplonas. Ay, qué comentario más metrosexual.

ace76 -

...huy, y tú que pensabas que esas cosas sólo pasaban en Madrid, esa ciudad a la que amas y odias ¿a partes iguales?

Por cierto, el agua Solan de Cabras a mí me gusta, y no es agua del grifo, ¿eh? Jejejeje... Para agua asquerosa la de "Fuente Liviana", puaj.