El cura estrella
Esta mañana en el metro he visto en mi vagón a Javier Alonso. Es un sacerdote presentador estrella de la cadena Popular TV, de la cadena COPE que presenta programas como "Con la fe bien puesta" o "Jazz no sabe leer", creo. Pues nada, que me ha hecho gracia porque es un personaje curioso, presenta maravillosamente bien pero por otra parte, no sé, tiene algo que no me gusta.
Vamos, no sé si lo habéis visto pero tiene el típico tonillo de humor ácido propio de la gente del Opus Dei, o por lo menos de la gente del Opus Dei que yo he conocido. Ese típico humor irónico, incluso algunas veces autorisbible, vamos, que se ríen de ellos mismos y de la propia polémica que creen crear en la sociedad.
Pues ahí estaba el cura estrella, en el metro, inmaculadamente vestido con unos pantalones claros, una chaqueta negra, su alzacuellos y un libro sobre el cual tomaba desordenadas notas en unos folios sueltos. El sacerdote ha tenido dos pruebas de fuego, unas chicas de la Cruz Roja pidiendo con las típicas huchitas (si, era una petición móvil, pidiendo la Cruz Roja en pleno tren de metro) que han pasado a su lado. Eso sí, las chicas no le han pedido a él y sí a mi que sólo tenía la tarjeta de crédito y ellas no tenían bacaladera, así que nada.
Y la segunda, una señora de nacionalidad, no sé, ¿rumana?, puede ser, con un niño en brazos y usando la técnica esa de los papelitos de ida y vuelta con retorno de monedas, claro. Le ha pedido al curita estrella y este ha negado con la cabeza (ni que decir tiene que no le ha cogido el papelito). Joer, cura estrella, me ha decepcionado un poquito. Sí, yo tampoco he dado nada pero coñoooo, padre TV, un poquito de ejemplo.
Ay, de qué tonterías escribo
Vamos, no sé si lo habéis visto pero tiene el típico tonillo de humor ácido propio de la gente del Opus Dei, o por lo menos de la gente del Opus Dei que yo he conocido. Ese típico humor irónico, incluso algunas veces autorisbible, vamos, que se ríen de ellos mismos y de la propia polémica que creen crear en la sociedad.
Pues ahí estaba el cura estrella, en el metro, inmaculadamente vestido con unos pantalones claros, una chaqueta negra, su alzacuellos y un libro sobre el cual tomaba desordenadas notas en unos folios sueltos. El sacerdote ha tenido dos pruebas de fuego, unas chicas de la Cruz Roja pidiendo con las típicas huchitas (si, era una petición móvil, pidiendo la Cruz Roja en pleno tren de metro) que han pasado a su lado. Eso sí, las chicas no le han pedido a él y sí a mi que sólo tenía la tarjeta de crédito y ellas no tenían bacaladera, así que nada.
Y la segunda, una señora de nacionalidad, no sé, ¿rumana?, puede ser, con un niño en brazos y usando la técnica esa de los papelitos de ida y vuelta con retorno de monedas, claro. Le ha pedido al curita estrella y este ha negado con la cabeza (ni que decir tiene que no le ha cogido el papelito). Joer, cura estrella, me ha decepcionado un poquito. Sí, yo tampoco he dado nada pero coñoooo, padre TV, un poquito de ejemplo.
Ay, de qué tonterías escribo
6 comentarios
Su -
esti -
ace76 -
Y tampoco sé quién ese cura, ains...
Joserra -
Si, a mi también me pidió alguna vez para ir a Zaragoza, quien sabe, a lo mejor era Zaragoza, MASACHUSSSSETTTSSSSS
Inakov -
En la Estación de Autobuses - inmortalizada por Armendáriz en "Secretos del Corazón" - había siempre un hombre que te pedía 10 pesetas para ir a Zaragoza. Se pegó años pidiéndolas. A mí me daban ganas de acercarme a la taquilla, comprarle su ansiado billete y que se fuera por fin a Zaragoza. Lamentablemente creo que las diez pelas las usaría para otra cosa.
Anauel -
Hace tiempo yo daba dinero a la mayoría de los homeless que se me cruzaban y también a los "músicos" del metro, pero claro, cada día hay más, y no se puede...
En cualquier caso, tienes razón, y debería dar ejemplo el clero, que por otro lado están forrados.