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Cinefobias en el cine

Cinefobias en el cine Yo interpreto el cine como un lugar mágico, un lugar donde pasar un buen rato, reir, llorar o pensar o las tres cosas a la vez, pero un lugar cargado de magia, casi casi como un templo del séptimo arte, pero hay una serie de personas encargadas de que tal placer pueda convertirse en una tortura. Hay varios de esos elementos que voy a intentar semi desarrollar (semi porque es la una de la mañana y no tengo las ideas muy claras), siempre teniendo en cuenta que todos podemos ser en algún momento elementos potenciales de molestia en una sala:

-Espectador predictivo: odio esas personas que predicen en voz semi alta lo que va a suceder en la película cuando todos vemos lo que va a suceder. Ejemplo: el protagonista tropieza en la orilla de un precipicio y el espectador nos desvela: "Menuda torta se va a pegar". Oh Dios mío, gracias, luz reveladora, no nos habíamos dado cuenta.

-Espectador sincerado: no sé lo que puede ser pero hay una especie de magia especial en el cine, un vapor de la verdad, un aire de la sinceridad que provoca que, cuando las luces se apagan, la gente empiece a hablar entre ella de una forma increible, contandose cosas que, no sé, parece no poder contarse fuera de la sala. Vamos, que dan la paliza cuchicheando y hablando sin problemas.

-Espectador papirofléxico: se trata de aquel elemento que coge un caramelo, lo desenvuelve y se lo come y guarda el envoltorio en su mano mientras lo intenta reducir hasta casi llegar al átomo (evidentemente cuando lo suelte se expandirá de nuevo en plan big bang), o lo que es peor, lo dobla y retuerce multiples veces como si de un artista de la papiroflexia se tratase, vamos, que cualquier día se levanta en plena sesión, enseñará su figurita y todos gritaremos: una pajaritaaa!!!!.

-Espectador bocadillero: el colmo de la cutrez, llevarse bocadillos al cine.

-Espectadoras "chicas de oro": con todo el cariño del mundo, se trata de esos típicos grupos de cuatro o cinco señoras de la tercera edad que acuden al cine y ríen picaronamente cada momento pseudo picante de la película, al margen de comentar los estragos que el paso del tiempo ha provocado en los actores: "qué estropeadito está".

-Espectador selectivo: se trata de aquel espectador que aún no se ha dado cuenta de que todas las palomitas son prácticamente iguales y cuando las recoge de la caja para llevárselas a la boca no las recoge sino que las selecciona. Rebusca en la caja como buscando la palomita ganadora, vamos, como si fuera el típico montón de cartas en un concurso televisivo: y la palomita ganadora es...".

-Espectadores perdidos: se trata de ese grupo de personas que se descojonan a contracorriente del resto de la gente, que hablan en tonos altos (es habitual que usen expresiones como: ejjqueee) y que da la sensación de que han ido a parar al cine sin importarles la película y porque no tienen otra cosa mejor que hacer que gastarse cerca de 6 euros en meterse en una sala oscura donde proyectan una historia que, seguramente, no alcanzarán a entender.

Y por ahora esto es todo lo que recuerdo, pero seguro que quien me lea pensará otros típicos horrores de las salas.
Besotes para el mundo.

6 comentarios

ace76 -

Juas, las adolescentes hormonales...

Cuentan que, cuando se estrenó "Leyendas de pasión" en Pamplona, los alaridos se sucedían en cada aparición de Brad Pitt. Incluso me han contado que alguna quinceañera se llevó la cámara para sacarle fotos a la pantalla...

pek -

Cuando vi 'El hombre que susurraba a los caballos' tenía dos 'chicas de oro' en la fila de delante. En la primera aparición de Robert Redford en pantalla, una de ellas dijo: 'Ahí está'. Nótese que puso todo el acento en la í de 'ahí', lo que probablemente supuso su mayor experiencia sexual en años.

Joe -

La unica razón para no apagar el movil en el cine es la gilipollez galopante del portador. Eso si que me saca de mis casillas. Perdono que a alguien s ele pueda olvidar (a todos nos ha pasado) pero esa peña que encima comienzan a hablar como si estuvieran tocándose los cataplines en el´sofá de su casa....

Por cierto en cuanto a las "chicas de oro" tengo yo una anécdota de "Los puentes de MadisoN".. Escena cumbre, primer plano de Meryl Streep llorosa. Vieja numero 1: "QUE GORDA ESTÁ MERYL STREEP"... Primer plano de Clint Easwood. Vieja numero 2:"QUE VIEJO ESTÁ CLINT EASTWOOD"

Quien suscribe a su acompañante: "NO VENDRÉ AL CINE MIENTRAS ESTEN ABIERTOS LAS RESIDENCIAS DE ANCIANOS".

Aunque hay un grupo peor: ADOLESCENTES GRITONAS. Dios, aun recuerdo "mision Imposible" cuatro de la tarde, zaragoza... cienmil (parecian cienmil, pero vale quizas eran veinte) adolescentas en plena ebullicion de hormonas emitiendo alaridos como si se hubieran puesto la compresa del revés (el adhesivo cara a la canne) gritando cada vez que el retaco de tom Cruise aparecía en pantalla. Es decir el 90 por ciento de la peli...

ace76 -

A mí me suele sacar de quicio el espectador alucinado, que parece que va al cine por primera vez y se pasa toda la película diciendo: "qué guay", "qué chulada", "qué bonito"...

Claro que también el espectador enteradillo puede ser enervante: es aquel amigo cinéfilo que te da un codazo para narrarte toda la carrera del actor secundario de turno o se ríe a carcajadas cuando el micrófono entra dentro de plano (y que uno, habitualmente, no ha visto).

Joserra, te has dejado a un lado un tema apasionante: Móviles en el cine, razones para no apagarlos.

carmelo -

Más que un tipo nuevo una variedad: las chicas de oro que comprenden la película en grupo. Me explico, como ya están un poco presas de la demencia no son capaces de seguir el hilo de la cosa durante las dos horas, así que se van explicando unas a otras respondiendo a preguntas como ¿Pero éste no estaba muerto? o ¿Y quien es esa? Pueden ser un coñazo pero a veces resultan entrañables, sobre todo cuando te das cuenta de que se lo están explicando mal y no tienen ni idea de por donde va la peli.
Típicas en los truños de Garci.

Manué -

El/la comentarista absurdo/a.
Me explico. Esto que voy a relatar es real y le ocurrió a un amigo hace poco.
Película: Troya. Delante de mis amigos dos tías de "o sea, tía, que fuerrrrrrrrte".
Entra el caballo, empiezan a descender los invasores y dice una a la otra:
-"Tía, qué fuerrrrrrrrte, me lo estaba imaginando"