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Telequinesia con las manecillas

Telequinesia con las manecillas Después de un fin de semana intenso, la verdad es que estos días me parecen de lo más soso. No sé, este lunes y este martes son días de esos de la vida que no pasarán precisamente a la historia de mis días de oro, jeje. Ayer por la mañana aproveché para ir al gimnasio. Nada, sigo con mi tabla de ejercicios a cual más difícil pero yo lo intento. Hice el día tres, de los tres que tengo programados para cada semana ya que la pasada no pude hacer más que dos, con los preparativos del viaje.

Luego fui a una autoescuela cercana a casa para preguntar las tarifas del carnet de conducir, tuve que hablar con susurros porque la mesa de la entrada estaba separada por una pared acristalada de la clase donde un profesor explicaba el manual y la pared no llegaba hasta el techo, vamos, un tanto cutre el chiringuito. Tenían dos tarifas, una de 17 mil pesetas mas tasas con 8 clases prácticas, y la otra de 49 mil pesetas con 17 clases prácticas en el lote. No sé, me lo sigo pensando, porque luego cada clase práctica de más vale 23 euros, no sé, me huele todo un poco a timo pero claro, yo aquí, sin carnet y con 28 años a mis espaldas.

Y esta mañana pues ha sido, todavía, menos productiva que la de ayer (bueno la de ayer tuvo gym por lo menos). Me he dedicado, de nuevo a la piratería más directa con la copia de tres películas, Aladdin, El bosque y El señor Ibrahim y las flores del Corán. De estas tres sólo he visto Aladdin así que ya tengo más deudas pendientes con el celuloide. Por cierto, que este domingo me compraré El País para que me regalen Casablanca, la considero un poco aburrida, sinceramente, pero siendo gratis aumentará mi colección de cine.

Ahora son las 20:00 y estoy intentando practicar la telequinesia con las manecillas del reloj pero no hay nada que hacer, ellas, a su ritmo.

Besotes mil

3 comentarios

Boto -

Me parece completamente pueril y me opongo de forma rotunda...

Manué -

Joserra, no te agobies. Yo también formo parte del gremio minoritario de los "peatones convencidos". ¡Viva las minorías!

ace76 -

Bueno, tener el carne de conducir no está de más... aunque, total, la verdad es que yo llevo años sin conducir y no he sentido aun la necesidad de coche.

Es curioso, es más util el coche en Pamplona que en Madrid. Ahí sí que lo necesitaba.