Iniciativa Pulevha (o cómo El Internado se """inspira""" en Perdidos)
Pues sí, anoche llamamos a nuestro amigo "el chino", pedimos comida y nos dispusimos a ver un nuevo capítulo de El Internado, esa producción de Globomedia (curioso logotipo el nuevo de la productora, una cabra en la banqueta, me gusta, en plan titiriteros de la televisión).
El Internado, una serie de buena factura pero de misterio, y sí, meto el pero porque cuando el misterio aparece en una producción nacional yo como que me echo a temblar, ¿de risa? Bueno, según el momento.
Pero lo más descarado de esta serie es que canta de lejos que sus guionistas han visto y mucho la serie Perdidos y se han dicho: venga, vamos a hacer una serie española de misterio en plan perdidos. ¿Y dónde les metemos de donde no puedan salir?
Venga, en un internado perdido por el bosque del que no se sepa si están en el presente o en el pasado, aunque claro, luego te das cuenta de donde están porque cuando la chica de la limpieza, anteriormente reportera picantona, no puede quitar la grasa, ahí está mauriconbarba, (lo siento, yo sigo viendo a Mauri) y le da un KH 7. ¿O era el cocinero con pistola el que le da el KH 7?, no recuerdo. Y entonces te dices, ah, está en el presente, con su KH7 que todo lo puede y todo lo huele.
Luego miras a los enchufes y piensas que en cualquier momento morirán todos y no por los monstruos o asesinos que hay por los pasillos y alrededores sino por un accidente con la instalación eléctrica que parece la que había en mi casa de conchinchina, en Madrid.
Fijaros que salieron pistas a tope, que salieron planos parecidos pero si algo nos recordó a Perdidos, a su iniciativa Dharma fue un plano en el que Sole (Amparo Baró interpretando el papel de una mujer que tiene otro nombre pero que sigue siendo Sole de Siete Vidas) sale delante de una estanterías repletas de comida en plan comida mala, comida chunga, como las estanterías de la escotilla de Perdidos.
Claro, que en las estanterías abunda un producto en concreto con el que se protegen los chicos del cole, la leche Puleva Omega 3, por lo que la trama debería llamarse Iniciativa Pulevha, así, con una hache intercalada para darle un toque como más exótico y misterioso.
El caso es que en esta serie aparecen unos niños asesinados en el interior de un pozo-escotilla de esos sin proteger que tanto abundan en la geografía española (por cierto, sabemos que el colegio está en Madrid y que tiene los papeles en regla porque en un plano de unos documentos de Mauri vemos el membrete de la Comunidad de Madrid, cosa que tira el misterio por tierra al traernos a la mente la imagen de la payasa machista Esperanza).
***Acotación. No vi el capítulo en cuestión pero en el resumen de imágenes del capítulo anterior se veía un chorro de luz salir hacia el cielo en pleno bosque. Lo meto como acotación porque no sé a qué venía la luz en cuestión pero vamos, como en Perdidos, estilo losty total.***
El caso es que en cuestión unos niños del colegio, entre ellos una pequeñita a la que se le ponen los ojos en blanco porque sí, porque ella lo vale, y su hermano gallego (sí, el hermano es gallego y la hermana no, es lo que tienen las familias de casting) que está como un queso de tetilla, se dirigen al bosque y tras cruzarse con un señor mezcla de Moncho Borrajo y del malo de Toy Story 2, se meten en el pozo.
En el pozo hay una puerta, se meten por la puerta y llegan a una cueva donde... oh sorpresa!!!, como nos gustó en Perdidos las escenas de proyección en las que veíamos a un chino que nos lo explicaba todo o como a cierto personaje le lavaban el cerebro con proyecciones locas... pues nosotros en El Internado también lo valemos así que ale, ni cortos ni perezosos los niños de excursión por el pozo se encuentran en la cueva con un proyector antiguo en marcha, alimentado por la gracia de Dios y proyectando contra la pared un tenebroso vídeo en el que se ve, en plan muñeca rusa, a unos niños atemorizados viendo a su vez la proyección de unos bebés con malformaciones y siameses, en definitiva.
Claro, en Perdidos aún tiene cierta lógica que los de la Iniciativa Dharma hayan dejado las instrucciones grabadas en vídeo. Pero en este caso el/los malos qué piensan: "oye, ¿cómo les contamos a los niños intrusos que somos malos muy malos y lo que hemos hecho? ¿Se lo contamos de palabra o nos curramos una grabación de misterio, estamos atentos a cuando entren en el pozo y en ese momento le damos al play y nos vamos corriendo? vale, hacemos eso, que mola".
Entonces los niños de la proyección son cruelmente (cruelmente porque se ve sangre) asesinados, y los nuestros, los de El Internado se asustan mucho y se van corriendo. El gallego vuelve a por la cinta y ale, veremos a ver qué pasa. Por aquí me han comentado algo de las tramas pero me lo ahorraré para que el que quiera seguirla. Pero vamos, solo falta ya que salga el doctor Mengele y nos monte una fiesta.
Pues eso, que les mola Perdidos y se nota, y mucho, y demasiado, en El Internado. Que sí, que lo de un proyector mola mucho, que da mucho miedito que el proyector sea así como retro, que no sea nuevo, que lo nueve no mola, que no da miedito ninguno, que no mola nada un buen proyector Sony proyectando el terror, que lo que mola es un ruidoso proyector de celuloide con un toquecito viejo y antiguo, que eso nos pone más y nos hace sentirnos más cinéfilos.
Por cierto, para finalizar este batiburrillo de artículo decir que seguramente el musical Cabaret ya no podrá volver a ser protagonizado por la Millán porque no habrá presupuesto para pintalabios, porque dios mío, qué labios son esos!!!, qué morros se ha puesto. Dios mío, qué penita, a su edad y a tener que aprender a vocalizar de nuevo.
Besotes mil.
7 comentarios
Anónimo -
sti -
Échale un ojo a éste.
http://jenesaispop.com/2007/06/01/el-internado/
finnegan -
saludos!
ace76 -
Joserra -
Anónimo -
mce79 -