El reageeton (¿así?) mató la noche
Cuquín fin de semana, sí señor, de esos que te sirven realmente para desconectar aunque luego el madrugón de las seis menos cuarto de la mañana te devuelva a la realidad de un tortazo, pero bueno. El sábado casi entero de relax caserillo, no hice absolutamente nada a lo largo de todo el día, salvo por la noche, que quedé con mis amigos para cenar en un restaurante italiano, bueno, no sé si italiano pero sus platos principales eran pizza y pasta así que, sí, pinta de italiano sí que tenía.
Después el cansancio y las citas hicieron que de cuatro pasasemos a dos así que acabamos eso, sólo dos bailando como unos posesos primero en el Queen y después en el Polana. Chueca se convirtió en nuestro "reino" (je, je) hasta las cinco de la mañana. Y sí, me lo pasé de p.m. bailando como un poseso canciones de culto, jeje, de gente como Cher, Whitney Houston, Kylie Minogue... , disfruté de lo lindo.
Mi mañana de domingo no existió, estuve dormidito hasta las dos de la tarde, hora en la que me desperté por un telefonazo que, encima, no era para mí, creo recordar. Y nada, por la tarde muy relajante todo, un café en el Diurno y un paseo por el centro de la ciudad con mis chicas favoritas (con unas (bueno, una y uno) el café y con otra el paseo). Iba en busca de Obabakoak en edición de 5 euros y me llevé El Médico, de Noah Gordon, en edición de cinco euros.
Lo empecé, sí, lo empecé, me he leído dos capítulos y he de confesar que me está gustando, así que seguiré con su tochazo de páginas.
Lo dicho, un finde cuquín.
Besotes mil
P.D.: ¿El título del artículo? pues sí, que en la noche de baile del sábado estábamos disfrutando como enanos, pero a eso de las cinco el cansancio atrapó nuestros cuerpos que se vieron rematados cuando la música pasó de nuestras queridas divas al, lo siento, he de decirlo así, asqueroso reageeton. Os habéis fijado, la canción dice: gasoliya.
¿Te gusta la gasoliyaaaaa?
Dame más gasolinaaaaa
Sí, el tío dice gasoliya
Después el cansancio y las citas hicieron que de cuatro pasasemos a dos así que acabamos eso, sólo dos bailando como unos posesos primero en el Queen y después en el Polana. Chueca se convirtió en nuestro "reino" (je, je) hasta las cinco de la mañana. Y sí, me lo pasé de p.m. bailando como un poseso canciones de culto, jeje, de gente como Cher, Whitney Houston, Kylie Minogue... , disfruté de lo lindo.
Mi mañana de domingo no existió, estuve dormidito hasta las dos de la tarde, hora en la que me desperté por un telefonazo que, encima, no era para mí, creo recordar. Y nada, por la tarde muy relajante todo, un café en el Diurno y un paseo por el centro de la ciudad con mis chicas favoritas (con unas (bueno, una y uno) el café y con otra el paseo). Iba en busca de Obabakoak en edición de 5 euros y me llevé El Médico, de Noah Gordon, en edición de cinco euros.
Lo empecé, sí, lo empecé, me he leído dos capítulos y he de confesar que me está gustando, así que seguiré con su tochazo de páginas.
Lo dicho, un finde cuquín.
Besotes mil
P.D.: ¿El título del artículo? pues sí, que en la noche de baile del sábado estábamos disfrutando como enanos, pero a eso de las cinco el cansancio atrapó nuestros cuerpos que se vieron rematados cuando la música pasó de nuestras queridas divas al, lo siento, he de decirlo así, asqueroso reageeton. Os habéis fijado, la canción dice: gasoliya.
¿Te gusta la gasoliyaaaaa?
Dame más gasolinaaaaa
Sí, el tío dice gasoliya
5 comentarios
ace76 -
En fin, ya sacará Soraya un disco de divorra...
Joserra -
ace76 -
¡Larga vida a OT!
Maggie Wang Kenobi -
Y yo es que desconozco completamente si los domingos por la mañana existen o si se pierden en un bucle temporal, juasjuas
Er Manué -