Vuelvo
Aquí estoy, de lunes, de lunes somnoliento pero animado porque estoy de turno de mañana esta semana, hasta el jueves, sí, las circunstancias laborables de mi chiringuito han obligado a hacer un tetris humano con la gente para encajar turnos y a mi en este particular juego me ha tocado la mañana para esta semana.
Y aquí estoy, con la gente de la mañana, con la maravillosa M. Domínguez en la mesa de al lado y parece simpática por lo poco que he hablado con ella. Y la semana pasada pues casi toda libre menos el lunes, vamos, que desde el martes estuve libre como los pájaros, aprovechando para ir un poco al gimnasio, poco, y otro poco a la autoescuela, un poco más.
El fin de semana ha estado muy bien, ha sido bastante denso, la verdad. El viernes acudí a comer al Congreso de los Diputados, sí, la casa de todos ( se dice eso o es un dicho para otro sitio?). Ace me enseñó las dependencias e incluso tuve la oportunidad de hacer el bingo en el hemiciclo, vamos, quien dice hacer el bingo dice hacer el gamba. Me puse en el atril principal y empecé con la típica tontería de: Han cantado bingo, no tiren ni rompan sus cartones hasta que el bingo haya sido comprobado, podría ser un errorrrrrrr.
Me pareció bastante paradójico y he de decir, así, en confianza, que las medidas de seguridad me parecieron bastante escasitas (¿nulas?, no joserra, no lo digassssss). Por la tarde paseíto, ejercimos de jefes de obra y por la noche cenando en el Vips, como he dicho muchas veces, comida rápida disfrazada de calidad.
El sábado tranquilo, haciendo algunas compras y por la noche, ala, de fiesta, conocí a una gente muy maja y con la excusa de las Vistillas pues que nos estuvimos de marcheta por ahí hasta las siete de la mañana con un sabroso Esti-desayuno a base de exquisita chistorra.
Y nada, ayer cine, ¿la película? Tapas, una dulce comedia-drama, yo no sé qué era muy bonita, con unos personajes muy queribles y unas tramitas muy entrañables, muy recomendable, la verdad.
Y eso, lo dicho y redicho, que estoy otra vez por aquí y que la falta de internet en casa me ha impedido actualizar esto un poco más a menudo.
Besotes mil
Y aquí estoy, con la gente de la mañana, con la maravillosa M. Domínguez en la mesa de al lado y parece simpática por lo poco que he hablado con ella. Y la semana pasada pues casi toda libre menos el lunes, vamos, que desde el martes estuve libre como los pájaros, aprovechando para ir un poco al gimnasio, poco, y otro poco a la autoescuela, un poco más.
El fin de semana ha estado muy bien, ha sido bastante denso, la verdad. El viernes acudí a comer al Congreso de los Diputados, sí, la casa de todos ( se dice eso o es un dicho para otro sitio?). Ace me enseñó las dependencias e incluso tuve la oportunidad de hacer el bingo en el hemiciclo, vamos, quien dice hacer el bingo dice hacer el gamba. Me puse en el atril principal y empecé con la típica tontería de: Han cantado bingo, no tiren ni rompan sus cartones hasta que el bingo haya sido comprobado, podría ser un errorrrrrrr.
Me pareció bastante paradójico y he de decir, así, en confianza, que las medidas de seguridad me parecieron bastante escasitas (¿nulas?, no joserra, no lo digassssss). Por la tarde paseíto, ejercimos de jefes de obra y por la noche cenando en el Vips, como he dicho muchas veces, comida rápida disfrazada de calidad.
El sábado tranquilo, haciendo algunas compras y por la noche, ala, de fiesta, conocí a una gente muy maja y con la excusa de las Vistillas pues que nos estuvimos de marcheta por ahí hasta las siete de la mañana con un sabroso Esti-desayuno a base de exquisita chistorra.
Y nada, ayer cine, ¿la película? Tapas, una dulce comedia-drama, yo no sé qué era muy bonita, con unos personajes muy queribles y unas tramitas muy entrañables, muy recomendable, la verdad.
Y eso, lo dicho y redicho, que estoy otra vez por aquí y que la falta de internet en casa me ha impedido actualizar esto un poco más a menudo.
Besotes mil
4 comentarios
Maggie Wang Kenobi -
Er Manué -
Joserra -
ace76 -
Y la verdad es que de "Tapas" me esperaba otra cosa, una comedia más amarga, no sé, humor negro... Me sorprendió que fuera una historia tan realista e incluso dulce.