Doble y bodas
Te acostumbras durante toda la vida a las galletas Príncipe y va ahora y te sacan las de doble chocolate, y por supuesto, me las he comprado. Aún no las he probado pero ya estoy escribiendo sobre ellas porque recuerdo que siempre que comía estas galletas le quitaba la tapa superior y limaba la inferior hasta que sólo quedaba el chocolatito con base de galleta.
Con estas podré hacer lo mismo pero el doble, jeje. Además, es que el chocolate me llama, si no voy yo a él viene él a mí (como lo de Mahoma a la montaña y esas cosas). Esta mañana mi amiga "la Ichi" (maravillosa, ¿lo he dicho ya?) me ha regalado un conejo de Pascua de chocolate que me ha traído de su amoroso viaje a las alemanias (donde venden cosas como el suceste ceitun o el franfuteralgue-lo divido aquí mismo-meine).
Tampoco lo he abierto pero pretendo dosificarlos. El conejo es para mí, sólo para mi y para mi pero las galletas de doble chocolate las compartiré esta tarde con mis compis de trabajo. No sé, me gusta de vez en cuando llevar cosas de comer al curro para compartir con los demás, chocolates, chucherías nuevas, chucherías clásicas (un día traje palotes, sidrales de pica pica y los míticos Pita Gol, sí, vamos, los melody pops).
Y sí, me convertiré en un gordo pipas, la verdad... Además, debería cuidarme más ahora que ya los gays nos podemos casar, que se ha aprobado en el congreso este jueves (¿falta algún trámite? seguro que sí.
Pero claro, para casarme me falta un detalle, un pequeño detalle... ¿cual era? no recuerdo, a ver, a ver... ah, sí. En el artículo anterior se me olvidó comentar que, claro, estoy disponible para todo aquel que quiera pretenderme (pretenderme con buenas intenciones, claro) aunque eso sí, con todo el torrente de chocolate que me meto me convertiré en un gordote y ¿dejaré de ser deseable? pues no, hijo, no, porque tengo unas sorpresas dentrooooo... Vamos, que no quererme es delito.
Besotes mil
Con estas podré hacer lo mismo pero el doble, jeje. Además, es que el chocolate me llama, si no voy yo a él viene él a mí (como lo de Mahoma a la montaña y esas cosas). Esta mañana mi amiga "la Ichi" (maravillosa, ¿lo he dicho ya?) me ha regalado un conejo de Pascua de chocolate que me ha traído de su amoroso viaje a las alemanias (donde venden cosas como el suceste ceitun o el franfuteralgue-lo divido aquí mismo-meine).
Tampoco lo he abierto pero pretendo dosificarlos. El conejo es para mí, sólo para mi y para mi pero las galletas de doble chocolate las compartiré esta tarde con mis compis de trabajo. No sé, me gusta de vez en cuando llevar cosas de comer al curro para compartir con los demás, chocolates, chucherías nuevas, chucherías clásicas (un día traje palotes, sidrales de pica pica y los míticos Pita Gol, sí, vamos, los melody pops).
Y sí, me convertiré en un gordo pipas, la verdad... Además, debería cuidarme más ahora que ya los gays nos podemos casar, que se ha aprobado en el congreso este jueves (¿falta algún trámite? seguro que sí.
Pero claro, para casarme me falta un detalle, un pequeño detalle... ¿cual era? no recuerdo, a ver, a ver... ah, sí. En el artículo anterior se me olvidó comentar que, claro, estoy disponible para todo aquel que quiera pretenderme (pretenderme con buenas intenciones, claro) aunque eso sí, con todo el torrente de chocolate que me meto me convertiré en un gordote y ¿dejaré de ser deseable? pues no, hijo, no, porque tengo unas sorpresas dentrooooo... Vamos, que no quererme es delito.
Besotes mil
3 comentarios
Joserra -
ace76 -
Anauel -
Según dice mi compañero Manué, que es muy listo y sabe mucho, posiblemente entre en vigor hacia julio o así, para el Orgullo, una fecha muy propicia para estas cosas.
Besotes matrimoniales, jeje