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Girando

La bicicleta le recuerda que...

La bicicleta le recuerda que... Esta mañana he retornado al gimnasio. Sí, el verbo retornar suena demasiado trascendente, lo sé, pero tras semana y media fuera de mi tónica gimnástica pues volver se transforma en un auténtico y épico retorno.

Eso sí, poco a poco que si no el cuerpo se resiente, es más, una rodilla me ha dolido un poquito pero sólo ha sido momentaneo y ya está como si nada. Y he empezado con suavidad haciendo sólo ejercicios de máquina, un poco de elípticas, un poco de step y un poco de bicicleta.

Y estos nuevos aparatos te hacen preguntitas antes de empezar con el trabajo en cuestión. Te preguntan el peso, el tiempo y... ¡la edad!, y es entonces cuando el dedo se me iba inconscientemente al 2 y al 8 pero nooooo, tenía que pulsar ya el nueve y así lo he hecho. Y la verdad, no he notado nada.

No sé yo si estas máquinas adaptarán el ritmo y dureza de sus mecanismos a las variables que se introduzcan o lo hacen por joder un poco, o por quedar como más profesionales, como: ¡ qué guay somos, tenemos lucecitas y hacemos muchas e interesantes preguntas!

Algún día me transformaré, mentiré y me convertiré en la máquina en un ancianito de 90 años con 120 kilos de peso, a ver qué sucede, la máquina irá más blandita por la edad? o se guiará por el peso y pondrá su dureza a tope?, quien sabe, la cosa es que ha tenido que venir la bicicleta a joderme el día y a recordarme el año más que se suma a mi cuenta vital.

Pero no, no me lo ha jodido, no sé que me pasa pero hoy me noto cargadito de serotonina, esperemos que no venga nadie y lo joda.

Besotes mil (voy a millllll, y no puedo pararrrrrrrr, dificil controlaaaarrrrrr...)

2 comentarios

ace76 -

Pues sí, y cuanto más digital y más botoncitos, más complicada de usar es la maquinaria gimnástica... Si yo sólo quiero pedalear!

Inakov -

Es curioso que una bicicleta te pregunte la edad. Lo próximo quizá sea: ¿estudias o trabajas, chatín?

En el club al que yo voy las bicicletas son más pedestres y tan sólo tienen una rosca en la que tú mismo regulas la intensidad del pedaleo según te vas sintiendo más o menos jodido.

Quizá el día que pongas que tienes 90 años y 120 kilos de peso, la bicicleta eche a volar en plan ET.