Ahora sí
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Menos mal que sectores religiosos como el Opus Dei tienen sus propios dioses lo que les ayudará a seguir pensando que el condón es algo malo, garrafal, absurdo que rompe la ley natural de la procreación y paparruchadas de esas.
Pero lo que digo, no sé, la Iglesia qué tiene? ¿un calendario de aprobaciones?. Me los imagino en una gran sala, cinco o seis mandamases eclesiásticos con un cuaderno y un bolígrafo:
-A ver, para el 2007 admitimos el condón para todo el que lo quiera y para todos los usos que se les ocurran
-Para el 2010 admitimos que los homosexuales vivan
-Para el 2015 pueden folletear
-Y más...
Ya digo, que a estas horas debe haber algún/a beato/a con más de un quebradero de cabeza. He sacado el tema en el trabajo y ha habido gente que ni ha abierto la boca, no sé qué pensar.
Besotes mil con o sin
P.D.: Wanadoo es una mierda, no lo contratéis nunca.
7 comentarios
Su -
Es que me saca e mis casillas, a estas alturas...
ace76 -
Joserra -
El secretario y portavoz de la Conferencia Episcopal Española, padre Juan Antonio Martínez Camino, ha matizado sus declaraciones de ayer sobre el uso del preservativo para combatir el sida, y ha afirmado que su uso es "contrario a la moral", a la vez que niega cambios en la doctrina de la Iglesia.
Maggie Wang Kenobi -
Hmmm, "Maggie, la última quemada por la Iglesia", con grandes fotos y manifestaciones en Nigeria para salvar mi vida. Lo dicho, me mola me mola
Joserra -
Anauel -
Inakov -
El pasado leí en El País un artículo sobre el obispo Casaldáliga, uno de los pocos teólogos de la liberación que aún continúa en activo. Después de 40 años sirviendo a la Santa Madre Iglesia en la Selva del Amazonas, el Vaticano pretende ahora que regrese a Europa, sin ni siquiera saber quién va a ser su sucesor en el puesto. Casaldáliga, de 75 años y enfermo de parkinson, ya le ha dicho al Santo Padre que para el ídem va a volver sabiendo a ciencia cierta que le van a poner a un "opusino" trabajando por esos indios por los que él ha dado la vida. A mí este tipo de gente es la que me hace seguir creyendo, no en la Iglesia, sino en algunos cristianos. Lástima que Casaldáliga y otros no llenen las portadas de los periódicos y sea la Conferencia Episcopal la que nos haga hablar y hablar.