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Ida y vuelta

Ida y vuelta Llevo ya unos días en Logroño, estoy apurando las vacaciones que me quedaban por gastar del verano y el martes ya voy a Madrid. Pero al pensarlo me ha entrado una duda: ¿Qué digo? ¿Me voy a Madrid o vuelvo a Madrid? he de suponer que tras cinco años la perspectiva de mi vida es que regreso a Madrid. Mi vida transcurre allí y de vez en cuando voy a Logroño pero no sé, en mi mente "volver" a veces sigue siendo ir a Logroño e "ir" sigue siendo ir a Madrid, donde se supone que está mi vida.

Pero ya digo, llevo una temporada en la que no tengo muy claro dónde está mi vida, ni siquiera qué es mi vida a día de hoy. Ahora me dispongo a afrontar un cambio laboral, un cambio que va a volver mi vida un tanto más solitaria, para una persona que, utilizando un término de mi amiga Esti, es un tanto monofóbica. Unas personas me dicen que debo aprender a ser más independiente, otras me dicen que es normal el miedo a la soledad, no sé, con qué me quedo, quién soy, adonde voy, jeje...

Ya digo, estoy existencialista, añoro la infancia, añoro cuando mi mundo se limitaba a lo que podía mirar alrededor mío, mi colegio, mis sucesivos, "obligatorios", encarriladores y tranquilizadores cursos, EGB, BUP, COU, la universidad,... todo estaba claro, iba estableciendo mis márgenes, mis postes, mis guías vitales con tranquilidad, con claridad.

De un tiempo a esta parte no sé, siento como si fuera más viejo que mis propios padres y me sintiera bastante sólo en el mundo, sólo a la hora de asumir ciertas situaciones, asumir la realidad de los cambios en la vida, sin puntos de referencia claros.

Como diría Franco Battiato, busco un centro de gravedad permanente que no varíe lo que ahora.

5 comentarios

Su -

Mi amol, deja de pensar y dar vueltas a las cosas, por más que pienses si no actúas no cambia nada. Por otra parte si tiene que llegar un cambio llegara, algunos son inevitables, de repente eres uno y te conviertes en otro y conoces a uno y te hace otro y de repente sois familia numerosa, ay... se me va la cabeza...

Si te sirve de consuelo, yo tambien adoro mi infancia. Recordar es volver a vivir, tal vez tuvimos una infancia muy feliz...

Pek -

Por cierto, ¿qué tal Marqués de Murrieta, 49? ¿Sigue habiendo un cuartel de la Guardia Civil al lado?

Besotes

Pek -

Los cambios son inevitables, y aunque sea una verdad de perogrullo conviene recordarla de vez en cuando. Siempre que he temido un cambio ha sido mucho peor en la imaginación que en la realidad, y lo que sí seguro es que cuando pasa el tiempo te arrepientes mucho más de lo que no has hecho que de lo que has hecho. Además, ir metiendo pequeños cambios en la vida de uno llama a nuevos cambios, la bola va creciendo y al final llega uno a un punto en el que no sabe bien del todo cómo ha acabado. ¿No es estimulante?

Joserra -

Sí, supongo que en la vida habrá que forzar ciertos cambios de aquello que no me convenza pero no sé, la vida de vez en cuando también me podría poner en bandeja algún cambio agradable, fácil y satisfactorio.

ace76 -

Pues no sé, yo sigo reflexionando sobre esto de los cambios. Me he acordado de que, trabajando en Transvision, me di cuenta de que esa situación podía seguir prolongándose indefinidamente y que todos los días se parecían los unos a los otros como salchichas... y la verdad, me angustié bastante.

Así que... ¡vivan los cambios!