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Girando

Gominolas en la retina

Anoche viví una escena que me pareció preciosa en el Metro de Madrid. Viajaba en uno de los vagones más nuevos de la red cuando a una pequeña niña, de preciosa melena y precioso vestido, se le cayó un bote cargado de cuentas de collar de múltiples colores. Las pequeñas canicas rodaban por todo el vagón mientras la niña corría divertida detrás recogiendo las que podía ayudada por sus hermanos. Lo dicho, gominolas en la retina.

6 comentarios

Su a dieta de todo -

Jo, ¿y no te entraron ganas de comértelas? Tal vez no fue buena idea, están duras, duras, duras. Últimamente todo esta duro, ¡qué cosas!

ace76 -

Ah, pues no sé, pero lo de los colores que se convierten en caramelos me suena...

Manué -

No es una peli. Sólo es una propuesta. Y era pa ver qué título se os ocurre.

ace76 -

Pues la verdad es que me suena bastante, pero no sé de qué...

Manué -

La escena empieza con un plano de colores difuminados. Poco a poco la cámara se va alejando hasta que, finalmente, se ve un gran plato lleno de gominolas redondas y azucaradas.
(Mientras los créditos de introducción han ido a pareciendo)
Una mano femenina y con las uñas largas y pintadas de rojo, cogen una gominola verde, se la acerca a la boca y la muerde con unos dientes blancos inmaculados...

¿cómo se llama la película?

ace76 -

Yo a esto le llamo "Polaroids mentales". Son momentos que trató de almacenar en la cabeza para luego escribirlo en mi diario (el íntimo, no el cibernético).