Sinceridad
Esta tarde me he puesto melancólico, sí, no sé muy bien por qué pero me he puesto melancólico. Quizá la llegada de la primavera altere mi sangre y ésta haga subidas y bajadas y hoy me encuentre en una bajada. Quizá sea que mi ordenador de casa se ha vuelto a estropear y me dan ganas de cagarme en Beep y en todos sus técnicos.
Aunque quizá sea porque le hablas a alguien y te sientes un pesado, intentas conectar con él pero no notas que él quiera conectar contigo. Me deprime un poco verme intentado flirtear a los treinta y uno como si fuera un chiquillo de doce, vamos, que no sé, que no se me da bien y no sé qué hacer.
Sí sé lo que no debo hacer, no debo hacer hincapié en si estoy a dieta, si tengo barriga, si tal, si cual, alguna vez me han dicho que no sé venderme, quizá es que no haya nadie que me quiera "comprar". Estoy harto de decir el lastimero mensaje inútil de "nadie me quiere" y que el/la interlocutor me diga: yo te quiero mucho... Todos saben a lo que me refiero
Me da que me está quedando un artículo demasiado sincero para lo que suele ser este carrusel, algo mucho más impermeable. Soy consciente de que mi obsesión por el amor es oscilante pero es fruto de vivir en una vida en la que mucho de lo que te rodea te recuerda lo maravilloso que parece que es.
Y sí, ya sé que de muchas de estas frases se deduce que no soy perfecto. No lo soy ni me acerco.
Besotes mil
4 comentarios
Anónimo -
Joserra -
No, la esperanza la verdad es que no la pierdo, me queda un poquito ahí ahí abajo, casi no se ve pero creo que sigue ahí
Anónimo -
ace76 -
Lo único que se me ocurre decirte es que no pierdas nunca la esperaza: el amor está por ahí, esperando a encontrate.