Asentándome
Pues sí, mirando en mis archivos he comprobado que no es la primera vez que alguien se cortaba las uñas a mi lado en un medio de transporte, ya me pasó en su día y lo reflejé con similares ideas. Ay, el subconsciente, qué peligro tiene.
Y es que son ya más de dos años de blog y claro, la vida de uno no es tan variada como a uno le gustaría y como quedaría bien para los artículos de cada día. Ciertamente mi vida en estos momentos está un poco inestable, no termino de acomodarme al nuevo piso, no he hecho aún una gran compra gastronómica para llenar la nevera, en la que se sigue oyendo eco.
En mi salón aún no hay un sofá en el que poder arrojarme al llegar a casa sino que sigo dejándome la espalda en el asiento-hamaca de Ikea, que me salió gratis pero saludablemente me va a salir caro. Pero nada, que el sofá que quiero, el de Ikea, por precio y por diseño, sigue sin estar disponible en las tiendas de Madrid. Caca, caca de la vaca.
Besotes mil
3 comentarios
Joserra -
Anónimo -
mce79 -