Halloween, no sé, no sé...
---Pues sí, la verdad es que Halloween me gusta, es una fiesta importada y todo lo que queráis pero no sé, todo lo que sea para pasárselo bien me gusta. En el fondo no importa tanto que no sea algo de aquí porque hay otras muchas cosas que no son de aquí y nadie dice nada.
Se trata de una fiesta que consiste en disfrazarse de personajes de terror y salir de marcha como siempre pero con el disfraz. Y los más pequeños de la casa, ala, a pedir caramelos por las casas también disfrazados ya desde el colegio, donde se lo deben pasar de rechupete.
En mis tiempos, ya veis, no había Halloween y en el colegio nos quedábamos sin fiesta ni disfraces y simplemente nos limitábamos a librar el día de Todos los Santos. Vamos, en resumen, que es una fiesta y que es para pasárselo bien, y ya está.
---Pues sí, la verdad es que odio Halloween, me parece una fiesta súper hortera, llena de disfraces tópicos de terror, una fiesta importada y copiada como tantas otras cosas de la vida en vez de generar nuevas modalidades de celebrar los días señalados (¿señalados por quién?) del calendario.
Como si esto fueran las calles de cualquier pueblo llamado Springfield, la gente se disfraza y las tiendas, sobre todo los orientales Todos a Cien, se llenan de calabazas. ¿Calabazas? ¿alguien ha comido calabazas alguna vez?.
¿Y hemos de suponer que también se hace eso de que los niños se disfracen y vayan por las casas pidiendo chucherías? Vamos, que se les ocurra a los pequeños pijo habitantes de mi ex casa de Conchinchina pedir por las puertas chucherías: primero, que no es seguro que abran la puerta, segundo, que no tendrán chucherías y tercero, que te riñen, aunque no hayas hecho nada malo, seguro que te riñen.
Ay, hoy estoy ambiguo.
Besotes mil
2 comentarios
esti -
Y deberías probar la crema de calabaza. Es espectacular.
ace76 -
Además, yo creo que lo de celebrar Halloween no está tan extendido como nos quieren hacer creer en los telediarios.
Por lo demás, comparto más la opinión primera. Es una fiesta, pues bien, yupi! Mientras haya huesos de santo en las pastelerias...