Ya estoy!
Pues sí, ya he/hemos llevado la mayoría de mis cosas por no decir todas al piso nuevo, a mi nuevo hogar. Bueno, primero lo llamaré casa y supongo que poco a poco se irá convirtiendo en un hogar. Esperemos que para cuando caduque mi cuenta vivienda ya haya amortizado mi estancia en Malasaña y me mude a una casa más definitiva.
Ayer, varios de mis amigos y yo y con la ayuda cara del señor Pepe Car llevamos mis cosas vitales a la nueva casa. Fue una labor de chinos, sobre todo subir elementos como el frigorífico, que pesaba como un cabrón y parecía que estaba vivo porque en las escaleras se iba para los lados como un loco, en plan, "dejadme, dejadme, quiero enfriar en otra parte, quiero ser libre, desatar mis frigorías".
Y ahora mi nueva casa es un laberinto de cajas que me está llenando el cuerpo de moratones, porque aunque calcules distancias, andes con cuidado, intentes moverte de forma sibilina entre los mamotretos, no se consigue, te golpeas todas las partes del cuerpo.
Pero lo dicho, que mientras por un lado me da muchísima pereza ordenar todas las cosas y colocar todo más o menos bien, por otro estoy muy ilusionado con esta nueva etapa que se abre en mi vida y que ya necesitaba, estaba harto del hostal en el que se había convertido mi querida casa de conchinchina.
Besotes mil
4 comentarios
Joserra -
esti -
ace76 -
Maggie Wang Kenobi -