Finde en el Center Comercial
Ay, de verdad, a quién se le ocurre ir un sábado al Ikea. Pues a mí, invitado por mi amiga Sonia y su novio. Tras un viernes apático pasé un sábado frenético de compras por la tarde. Aunque no me compré casi nada, la verdad, un barato recopilatorio de un artista que omitiré y un pequeño diccionario de inglés (sí, soy un copiota, mi amiga Esti tiene uno pero me moló la idea para ir aprendiendo palabras nuevas).
Pero vamos, que Ikea, reino, o reina, de los gays y de los caseros, estaba hasta los topes de gente por los pasillos, todos a la vez, todos con necesidad de comprar algo. Yo tenía intención de adquirir una pequeña cajonera pero nada, por supuesto, no quedaba.
Y por la noche cenamos en un asturiano cercano a la añorada calle San Bernardo con Martín, un chico alemán muy simpático que tenía una voz de esas que provoca un doble efecto: a la vez que te quedas enganchado a lo que dice te va entrando una somnolencia super rica.
Ayer, domingo, pues nada, después de una catártica conversación telefónica hubo tarde de cine, seguida de cena y café en el centro. ¿El cine? World Trade Center, la historia de dos policías que se quedan atrapados al caer las Torres Gemelas y el proceso psicológico que sufren durante su encierro, como se les llega a ir la olla, con momentos dignos de pasar al museo de las escenas pop del cine.
Un finde cuquín, la verdad. El próximo será rural, será en Teruel, tengo ganas, veremos.
Besotes mil
4 comentarios
ace76 -
Joserra -
ace76 -
Maggie Wang Kenobi -
Por cierto, que tendré que mandar en breve allí algún mucamo a comprar una estantería pa la cocina del servicio, tiatiatia