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Fast Good y Truco con truco

Fast Good y Truco con truco

Fin de semana muy coqueto, la verdad, como si se tratara de un piso madrileño del segunda mano. Coqueto, es decir, pequeñín, porque salí el viernes a las doce de la noche y he entrado a trabajar hoy a las siete de la mañana. Pero coqueto porque ha estado muy bien a la par que relajado. El sábado salimos por ahí ace y yo. Y el domingo hubo tarde de relax con café en Starbucks y merienda de pipas en casa de Esti.

El sábado por la noche, primero fuimos a cenar al restaurante Fast Good, un sitio que es supuestamente de Ferrán Adría aunque su nombre (que, por cierto, aparece casi cada día en los informativos de mi santa casa laboral) no aparecía por ningún lado. No así el nombre de NH Hoteles, cadena a la que pertenece el susodicho local gastronómico.

Bien, al grano. Yo me pedí una Good Burger grande, con unas patatas y un agua mineral pija, ¿por qué? Porque yo lo valía, qué cojones. Eso sí, todo se cobraba por separado, vamos, que no tenían un menú Fast o algo así sino que la hamburguesa por su lado, costaba 6,50, las patatas, 2,10 y el agua mineral de 33 cl. Valía otros 2,10 euros o algo así si no me equivoco.

Resumen: la hamburguesa bueno, no estaba mal pero el pan era algo insípido y alguna de las lechugas con las que estaba aderezada se llevaba el premio en cuanto al sabor, sabía a eso y no a otra cosa. Las patatas estaban buenas, un tanto de feria con su vaso de cartón pero buenas, y el agua... bueno, agua.

Y de postre? Un producto que se anunciaba como crema de chocolate con nata montada, vamos, un Dalky de toda la vida pero descrito. La nata estaba buena, pero el chocolate, cómo decirlo, era una crema de chocolate que no es que fuera amargo, es que era amarguísimo y bastante ácido, ciertamente. Tanto que acabamos mezclando la nata con el chocolate para que aquello se apaciguara un poco... yo pronostiqué que al día siguiente nuestros estómagos estarían malitos pero no fue así.

Después de la cena pija un poquito de bailoteo. Hicimos un pequeño amago de entrar en un bar que está en la plaza de Chueca, Truco, se llama. Un bar pequeñito, muy pequeñito pero en el que solían poner música divertida para bailar un poco sin más trascendencia. Pero al intentar entrar una chica nos espetó a la cara: son tres euros.

Dios mío, es que ya cobran en cualquier garito, de verdad. Parece que en Madrid los negocios hosteleros y los inmobiliarios son lo más. Y si quieres hacerte millonario a cambio de nada haces una combinación de ambos. Te compras un local, del tamaño que sea, eso da igual... y te montas un bar con un nombre no sé, algo místico, algo que tenga las palabras La o El, y la palabra de. Tipo: La cáscara de plátano, El sombrero del emigrante,... no sé, algo que suene místico.

Entre semana pones terraza fuera y el fin de semana pues cobras la entrada, sea tu local como sea, sea del tamaño que sea. En vez de que la gente entre y consuma libremente, no, tu le cobras y ya está. Es como si al entrar en el Zara te obligaran a comprar un vale por 20 euros en ropa, para que tengas que llevarte algo por cojones.

Pues nada, le dijimos: no gracias y ya está. Nos fuimos al Polanas, donde, por cierto, no nos cobraron. Parece que la masa popular inicial con la que llenan el local no paga por entrar. Claro, que una posterior Coca Cola a cinco euros lo hizo todo. Y de nuevo, una vez más, el reaggeton mató la noche. No puedo, no lo aguanto, y creo que este año tendré particulares arcadas con ese tema que dice, o mejor dicho, grita: pa miiii princessaaaa pa mi guerreraaaaaaaaaaa.... Ascaco serie oro.

3 comentarios

Joserra -

Pues sí, y la hamburguesa, no sé... no se casi si preferir la del vips, que también tiene la carne roja (parece que ése es el símbolo de la calidad cuando te venden una hamburguesa "de verdad") y tiene más sabor

ace76 -

Pues a mí no me disgusta la canción del nuevo Melendi, jejeje.

Que la crema era mousse de chocolate deconstruida, había que mezclarla.

En fin, un nuevo local a no tener demasiado en cuenta...

Anónimo -

pa mi mulaaata, pa mi moreeeena, pa que tu sientas el ritmo en las piernas... jajajaja
Vaya!! anduvimos bien cerquita el sábado por la noche...