Nueva sorpresa
Este fin de semana han terminado mis vacaciones de verano pero he de decir que lo hicieron con una sorpresa que no me esperaba y que me llenó de ilusión, sí, no sé, de ilusión por sentirme querido por mis amigos-familia. Me refiero a mis primos lejanos del pueblo, lejanos en lo legal pero cercanos en lo afectuoso. Este año no habíamos acudido, mi familia, me refiero, a nuestro particular y pequeño reino soriano.
Los sábados de Semana Santa tenemos una pequeña pero entrañable tradición que consiste, simplemente, en ir a cenar a un restaurante chino de la capital soriana (preciosa, por cierto, aunque seguro que algún comentario malicioso la critica, ;) ). Pero este año nosotros no estábamos presentes. Ni cortos ni perezosos, mis primos amigos se zamparon más de cien kilómetros y se presentaron en Logroño para poder cenar todos juntos.
Y así lo hicimos, nos fuimos a un italiano y después salimos un poco por Logroño, cosa que no hacía desde hace varios años, lo que me permitió descubrir algún localillo majo de mi querida capital "de provincias". Y después, a eso de las dos y media de la mañana cogieron sus coches y se volvieron a tragar los más de cien kilómetros de carreteras-serpentina para volver a dormir a nuestro querido pueblo.
Estas cosas te reconcilian con el mundo, la verdad. Muchas gracias.
Besotes mil
3 comentarios
Joserra -
Y sí, podriamos haber ido a un chino, pero la tradición es en Soria, jejeje... el italiano por el que optamos estaba muy bueno
ace76 -
Anónimo -