¿Paquita? ah, no, no...
Estos días ando algo impresionado con el tema del trasplante de cara. La medicina avanza que es una barbaridad. Nadie es capaz de encontrar el origen de mis molestias musculares pero eso sí, si te quedas sin cara los médicos ya son capaces de ponerte una nueva. Bueno, lo de nueva es un decir, porque, claro, la cara es de segunda mano, así que cuando te la pongan tu número de conocidos se multiplicará por dos.
Paquitaaaa, ah, no, disculpe, disculpe, es usted la receptora del rostro de Paquita donado por la susodicha. Qué cara tiene, ¿no?. Sí, este tema da para hacer muchos chistes malos y juegos de palabra. Antes los médicos les dirían a estos pacientes: no, no le pongo cara, la verdad. Pero ahora sí, ahora le echan un morro, y unos mofletes y unos labios.
Dicen los expertos (siempre me ha gustado el ambiguo término "los expertos") que el receptor de un rostro trasplantado puede experimentar un rechazo psicológico ante su nueva imagen. Sus familiares seguramente le estarán todo el día diciendo: últimamente estas desconocido, no te reconozco, o tienes mala cara.
He visto la foto que aparece en elmundo y ciertamente no me veo con valor para ponerla. Yo creía que a la paciente ésta famosa de estos días le iban a cambiar toda la cara (Chica, pasar por el quirófano ha sido tu solución, te ha cambiado la cara) pero no, para que os hagáis una idea ha sido como si le hubieran puesto una mascarilla de oxígeno pero con forma de cara. Vamos, algo así como un mister potato pero más serio.
Y ya vale, que me estoy pasando con los chistes de humor negro sobre el trasplante de cara. ¿Será una operación cara?
Besotes mil
3 comentarios
Maggie Wang Kenobi -
ace76 -
Bueno, la verdad es que no tener cara debe de ser terrible, aunque llevar la cara de un muerto tampoco debe de ser mucho mejor...
De todas formas, dicen que la cara nueva no queda exactamente igual que la del donante.
Rafa -
Odio a esos hijos de puta que siempre ponen peros y trabas morales a la ciencia. Intentan imponer a todos su moral (casi siempre religiosa) disfrazándolo de ética.