Cosquillas con la mirada
Esta mañana iba en el metro viajando, o mejor dicho, moviéndome a gran velocidad por el subterráneo de Madrid. En el asiento de enfrente viajaba una mujer con sus bebé en brazos, una niña preciosa con ojitos grandes y oscuros. Me he quedado mirándola y le he sonreído, es algo inevitable, mirar a un bebé y dibujar una sonrisa en mis labios.
Y no ha tardado en sonreír, una sonrisa de verdad, sincera, pura, simplemente sonrisa, y me encanta, me quedo embobado mirándola. Sus vidas se limitan a sonreir o a llorar, sentimientos extremos y sinceros, pero, claro, me quedo con la sonrisa. Son bebés, no te juzgan, no te valoran, no miran si vistes de una u otra manera, si piensas igual o diferente, simplemente te sonríen.
A veces siento envidia, me gustaría ser un niño para que alguien me hiciera cosquillas con la mirada.
Y no ha tardado en sonreír, una sonrisa de verdad, sincera, pura, simplemente sonrisa, y me encanta, me quedo embobado mirándola. Sus vidas se limitan a sonreir o a llorar, sentimientos extremos y sinceros, pero, claro, me quedo con la sonrisa. Son bebés, no te juzgan, no te valoran, no miran si vistes de una u otra manera, si piensas igual o diferente, simplemente te sonríen.
A veces siento envidia, me gustaría ser un niño para que alguien me hiciera cosquillas con la mirada.
4 comentarios
Jose -
Yo estoy del metro hasta el higo y ya miro a todos con cara de perro....
Maggie Wang Kenobi -
Joserra -
ace76 -
Cuando nacio mi sobrina, descubrí una cosa que me desconcerto bastante: los recién nacidos no controlan los movimientos de la cara, están todo el rato gesticulando sin ningún sentido. Pero lo primero que aprenden es a sonreir... Si les sonríen, ellos sonrien.