Espontáneo

Y yo antes tenía el de diez a siete, que bueno, estando a kilómetros de casa pues tampoco me dejaba tiempo para nada y el de ahora sí me lo deja, me deja unas horitas, pocas, por las mañanas para hacer el tonto en el gimnasio y, por fin, sacarme el carné de conducir (esto último está por ver). Pero no sé, siento que mi vida social se está convirtiendo en una absoluta inexistencia. Me encantaría poder estar ahora de copas por ahí con ellos, o que vinieran mis amigos a cenar a casa, o ir a la suya a ver la tele... no sé, lo que hacía antes.
Pero nada, el turno de mañana está amarrado por unas compañeras que no lo sueltan ni para atrás y por ahora no hay nada que hacer. ¿Echar currículums? puede ser una opción pero no sé, los preparas, los envías y... a esperar. ¿Llamaría alguien? tal y como están las cosas y en este sector pues como que me da que no demasiado.
Y mi vida social queda entonces relegada a los fines de semana que bueno, bien, no sé, serían tema para otro artículo del blog. Vamos, que me ha dado la crisis vespertina y me he puesto a vomitar mis emociones en mi blog, que para algo es mío. ala.
5 comentarios
ace76 -
De todas formas, Esti tiene razón, la vida social depende más de los demás que de uno mismo.
joserra -
esti -
Vida social... yo tengo (tenía) toooodo el día libre y tampoco veo a nadie hasta que no salen de sus trabajos, y sólo muy de vez en cuando. Consuélate mi amor.
ace76 -
Maggie Wang Kenobi -