9 horas sobre ruedas
Ay Dios mío, hoy estoy totalmente agotado. Y eso que venía de mis vacaciones de Navidad. Sí, mis vacaciones de Navidad han sido muy prematuras pero ya han pasado. La Nochevieja la pasaré en casa en plan turbo, me voy a Logroño el viernes por la mañana y vuelvo a los madriles el sábado por la tarde ya que curro el domingo.
Bueno, pues estoy agotado porque esta mañana, como si de una tarifa plana se tratara, la duración de mi viaje se ha duplicado, de las habituales cuatro horas y media de rigor a nueve horas!!!, sí señores y señoras, nueve horas de reloj metido en el autobús. Y yo como si nada, las tres, hora de entrada al trabajo, y yo sentado en un autobús de Continental Auto, pero tranquilo porque había avisado pertinentemente a los jefes.
El comienzo del viaje, con salida a las 6:45 de la mañana, ha sido tranquilo, normal salvo porque el camino elegido ha sido alternativo para evitarse un puerto de montaña. Me han puesto una película bastante bonita, El baile de agosto, muy triste pero bonita, sobre todo por la presencia de esa maravilla llamada Meryl Streep.
Pero a la llegada a la localidad soriana de Agreda la alegría de mi viaje se ha trastocado en una perezosa parada de tres horas y media en las que he aprovechado para escuchar música y hacer fotografías. A las tres horas y media, sin que la Guardia Civil diera señales de vida ni explicaciones de lo que pasaba (el chofer del autobús se ha comportado fenomenalmente bien dándonos las pocas explicaciones que a él le llegaban) la marcha se ha reanudado a paso burra.
Hemos pasado por paisajes llanos, desiertos pero cubiertos de nieve hasta las cejas. He aprovechado para sacar alguna fotillo porque el viento provocaba olas de polvo blanco preciosas que he intentado capturar pero no sé si lo he conseguido.
Y aquí estoy, en el curro, con un turno reducido en dos horas por influjo del temporal de nieve que ha logrado que bata mi record de permanencia en un autobús para trayectos cortos. Y sí, lo sé, con el tren no pasan estas cosas y te devuelven dinero pero a Logroño ir en tren es como un juego infantil de esos de une los puntos, vamos, que hay pocos horarios y muchos transbordos.
Besotes mil entrenavideños
Bueno, pues estoy agotado porque esta mañana, como si de una tarifa plana se tratara, la duración de mi viaje se ha duplicado, de las habituales cuatro horas y media de rigor a nueve horas!!!, sí señores y señoras, nueve horas de reloj metido en el autobús. Y yo como si nada, las tres, hora de entrada al trabajo, y yo sentado en un autobús de Continental Auto, pero tranquilo porque había avisado pertinentemente a los jefes.
El comienzo del viaje, con salida a las 6:45 de la mañana, ha sido tranquilo, normal salvo porque el camino elegido ha sido alternativo para evitarse un puerto de montaña. Me han puesto una película bastante bonita, El baile de agosto, muy triste pero bonita, sobre todo por la presencia de esa maravilla llamada Meryl Streep.
Pero a la llegada a la localidad soriana de Agreda la alegría de mi viaje se ha trastocado en una perezosa parada de tres horas y media en las que he aprovechado para escuchar música y hacer fotografías. A las tres horas y media, sin que la Guardia Civil diera señales de vida ni explicaciones de lo que pasaba (el chofer del autobús se ha comportado fenomenalmente bien dándonos las pocas explicaciones que a él le llegaban) la marcha se ha reanudado a paso burra.
Hemos pasado por paisajes llanos, desiertos pero cubiertos de nieve hasta las cejas. He aprovechado para sacar alguna fotillo porque el viento provocaba olas de polvo blanco preciosas que he intentado capturar pero no sé si lo he conseguido.
Y aquí estoy, en el curro, con un turno reducido en dos horas por influjo del temporal de nieve que ha logrado que bata mi record de permanencia en un autobús para trayectos cortos. Y sí, lo sé, con el tren no pasan estas cosas y te devuelven dinero pero a Logroño ir en tren es como un juego infantil de esos de une los puntos, vamos, que hay pocos horarios y muchos transbordos.
Besotes mil entrenavideños
3 comentarios
Inakov -
En cuanto a lo del temporal, bueno, es una prueba más de que España tan sólo hace 25 años que salió del tercer mundo. Y no lo digo por el Gobierno ni por la Guardia Civil, que seguro que tienen la culpa de algo, sino por toda la población en general. Semos así de cazurrines, qué se le va a hacer.
ace76 -
Yo no habría aguantado nueve horas en el autobús, habría enloquecido.
Manué -