Ginebus
Pues sí, una nueva chorrada del quejica oficial del reino quejándose de la convivencia con el resto de la humanidad en un sitio tan cutre como es el autobús. Aunque también es un fenómeno que ocurre en el metro.
Y me refiero a aquellos personajes (suelen ser personajes más que personajas) que se sientan en SU asiento pero abren las piernas de tal manera, casi llegando a los noventa grados, que el asiento de al lado queda prácticamente invadido por su presencia.
Y claro, tú quieres sentarte y tienes que hacerlo como muy amagantemente, es decir, muy estrepitosamente, que solo te falta un cartel que diga "OYE, QUE ME VOY A SENTAR EN EL RESQUICIO DE SITIO QUE HAS DEJADO TRAS TU APERTURA DE PIERNAS".
Lo bueno es que sus piernas se suelen comportar como un torno de supermercado, flexibles pero tendentes a su posición natural. Vamos, que tu te sientas y al momento sus piernas vuelven a estar Open 24hrs. Y te entra complejo de cuña, ahí, encajado en el huequito que el gilipollas de turno se digna en dejarte.
Y esta mañana me ha pasado y me he dicho, no, por mis cojones que no, y he puesto mis piernas rectas, frontales, y el tío se me ha quedado mirando con una cara que pa que contaros pa qué, que al final he tenido que hacer malabares para no coincidir con él en la misma parada no vaya a ser que me dejara las piernas no rectas precisamente.
Sí, es lo que hay, este mundo que nos ha tocado vivir en el que ser educado y mantener las formas no se lleva demasiado, pero bueno, a joderse tocan.
Besotes mil
P.D. Ginebus, un chiste malo como otro cualquiera
4 comentarios
ace76 -
Teina -
Jo, y quièn no ha tenido experiencia con los Ginebus?! Es que ni se dan cuenta, tanto es lo que estàn acostumbrados en la falta de respeto. Pròxima vez: "por favor puede usted...?" y les indìcas las piernas, a ver!
esti -
mce79 -
Odio a esos capullos de las piernas. El modo de deshacerse de ellos es atacarles con sus mismas armas.