Blogia
Girando

Tentaciones de última hora

Tentaciones de última hora

Aquí estoy, medio amuermado en el trabajo pasando el rato y rezando plegarias para que las agujas del reloj echen un polvo de una vez por todas, vamos, que sean las doce y poder pirarme del plató. Dios mío, pensándolo bien mi sueño de infancia se ha cumplido, me paso ocho horas al día en un plató aunque, claro, las cámaras no me enfocan a mí, jijiji... es más, me desenfocan. Pero bueno, se me ve de vez en cuando y viajo en las ondas y vamos, como las ondas llegan a cualquier parte pues me verá quien me gusta que me vea.

A lo que iba, que me enrollo, empiezo y no paro no paro... Pues eso, que a las diez, en teoría, bajo a cenar pero tengo un agujero en la tripa tremendo, no me puedo aguantar y estoy a punto de coger la cartera y correr al kiosko a comprarme alguna chuchería. Sí, en el trabajo tenemos kiosko con chucherías, esto es como una mini ciudad: agencia de viajes, servicio médico, sucursal bancaria, comedor y por supuesto kiosko con chuches.

No se, unas papa delta quizá no engorden demasiado, o unos gublins... no sé, los gublins tienen pinta de engordar bastante más, la verdad. Pero estos días estoy como que me cuido más, no sé ciertamente de qué vale cuidarse mucho pero yo lo estoy intentando. Me he comprado un saco de zanahorias y me las como así, a pelo, en crudo, qué buenas saben, cojones. Y en el gimnasio hago cinta en plan "maruja", ¿qué cómo es en plan maruja? pues en plan andando deprisa, sin llegar a correr, y así me tiro una hora seguida, hasta que el relojillo no marca el minuto 60 no paro, y lo que sudo, oye, si parezco un profesional y todo.

Pero claro, estos días de cuidarse, de estar de semi dieta los comparo con un funambulista, en plan hermanos Bordini, vamos, que voy andando por la cuerda floja con el temor de que en cualquier momento puedo caer en la comilona de porquerías más desesperada. Y no, tengo que conseguir que esta situación de comida más sana se convierta en mi tierra firme vital y no en una situación extraordinaria. Así, cuando me coma una hamburguesa más de cuando en cuando pues me sabrá a gloria bendita, o un kebap, o un kentucky... mmmmmm... ayyyy, que me voy pal kiosko.

Que no, que no, que no caigo. Qué creéis, ¿que soy un facilón? pues no, jeje.

Besotes mil

2 comentarios

Joserra -

jijiiji, ahora me he puesto colorado, jijijiji... en pleno curso

ace76 -

¿Pero al final, caiste o no caiste?

(Joserra no quiere decirlo, pero ha adelgazado tres kilos en dos semanas y se está poniendo estupendo. Ya veréis en verano)